Las miniguías de Albert. Esala Perahera II 15 de Febrero de 2008
Publicado por Albert en Asia , trackbackViene de Las miniguías de Albert. Esala Perahera I
El Festival del Esala Perahera, en Sri Lanka, se celebra con motivo de la procesión (perahera) de la reliquia sagrada del diente de Buda y tiene lugar anualmente entre los meses de julio (Asala) y primeros de agosto coincidiendo con la luna llena (Nikini poya). Es un acontecimiento de los que un viajero no debe perderse por su espectacularidad.
La actual procesión es una combinación de cinco procesiones, cuatro Devales (dedicadas a los sirvientes de Buda, Natha, Vishnu, Kataragama y Patín), y culmina con la espléndida del Sri Dalada Maligawa. Se celebra durante los diez anteriores a la luna llena y cuanto más se acerca a esta fecha más espectaculares son los desfiles hasta llegar a la culminación.
© 1984 Albert Ferré
La procesión (perahera) está acompañada por miles de acróbatas, danzarines, percusionistas, portadores de antorchas y banderas budistas de los diferentes distritos y finalmente los elefantes, que pueden llegar a ser más de 50, engalanados con mantos que cubren hasta las trompas y con cientos de luces. Se trata de un espectáculo difícil de explicar con palabras. El más espectacular y mejor decorado es el que transporta sobre su lomo la reliquia del diente de Buda.
Para los turistas había un lugar reservado para presenciar la procesión, sobre todo por la seguridad. Nosotros tuvimos la oportunidad de disfrutar del Perahera junto con una familia de Kandy. El día anterior fuimos de compras y entramos en una tienda que tenían unas espléndidas telas estampadas (batik), compramos para toda la familia y al finalizar nuestro particular shopping, el propietario nos invitó a la fiesta.
Aunque éramos conscientes del riesgo que nuestra decisión representaba, no podíamos desaprovechar la ocasión. Las calles ya estaban repletas con miles de personas y nuestra sorpresa fue que frente a la tienda de nuestro anfitrión había un espacio reservado con periódicos en el suelo para que nos pudiéramos sentar junto a su familia. Todo un detalle. Fue una experiencia única y con toda seguridad será difícil de repetir.
© 1984 Albert Ferré
Dos policías se colocaron a nuestro lado durante todo el desfile, pero el riesgo no estaba en un ataque terrorista o en un robo, si no en las bolas de fuego que pasaban a pocos centímetros de nosotros. Eso sí, el calor era muy intenso.
Es un lugar enormemente recomendable, por sí mismo y porque además podemos visitar el resto de Sri Lanka con lugares únicos, el Sur de la India, o hacer una escapada a las paradisíacas islas Maldivas.
Viaje realizado en julio-agosto de 1984.
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