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Las miniguías de Albert. Polinesia Francesa, viaje al paraiso (IV)
18 de Mayo de 2020

Publicado por Albert en Oceanía , trackback

… Viene de Las miniguías de Albert. Polinesia Francesa, viaje al paraiso (III)

Al día siguiente después del desayuno salimos dirección al aeropuerto, en un vuelo de 30 minutos llegamos a nuestro siguiente destino, la isla de Hiva Oa. El aeropuerto se encuentra a 13 km de Atuona, imprescindible acordar con el alojamiento los transfer. 

Nos alojamos en los chalets Hanakéé, la familia los tiene bien cuidados el único problema es que al tener el tejado metálico y ser de madera hace bastante calor en el interior a pesar de los ventiladores. Dispone de una pequeña cocina en la que puedes preparar el desayuno. Otro inconveniente es que no está en la población (+ - 2/3km) aunque los propietarios te acercan y recogen a la hora que desees. 

Atuona tampoco es nada de otro mundo, está rodeada de altas montañas y de vegetación exuberante. Hay que visitar el Espacio Cultural Paul Gauguin, no hay ninguna de sus obras originales, pero es interesante, al lado se encuentra el Centro Jacques Brel donde se expone la avioneta del cantante “Jojo”. En el cementerio del calvario, desde dónde se tiene una vista excepcional de la bahía, están las tumbas de Paul Gauguin y de Jacques Brel . También hay que visitar el centro ceremonial de Tohua Pepeu, restaurado en 1991 con motivo del Festival de las Artes de las Marquesas, detrás se encuentra el mercado de artesanías.

 18.jpg  © 2018 Albert Ferré

Un buen lugar para almorzar o cenar es el snack Make Make, siempre hay mucha animación en su pequeño comedor. Como en todas estas islas se pueden realizar numerosas actividades, especialmente las marítimas como la pesca de altura. Es probable que en estas islas encuentres a navegantes solitarios o con sus familias que viajan a la aventura durante meses o años por el Pacífico en sus barcos.

El día siguiente, Tematai el hijo de la familia, con su 4×4 nos hizo de guía en una ruta por la isla. Toda la ruta transcurre entre montañas (Mt. Ootua de 889m.) hasta llegar a las aldeas de pescadores de Motuua y Nahou y la bella bahia de Eiaone. Almorzamos en el restaurante Chez Marie Antoinette en Puamau, muy sencillo pero exquisito. El sitio ceremonial de Lipona se encuentra a poca distancia del restaurante, es el mejor conservado de las Marquesas, hay 18 tikis, el Tiki Takaii de 2.67m. de alto es el mayor de la Polinesia. A pesar de las horas en coche el lugar es espectacular. 

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© 2018 Albert Ferré   

De regreso a Atuona nos detuvimos en los petroglifos de Tehueto. 

El día siguiente nos embarcamos en un bonitier (barco de pesca) para ir a la isla de Tahuata, la familia del patrón, una familia belga y nosotros dos. Esta pequeña isla se encuentra a tan sólo 4km (1h de navegación) de la costa de Hiva Oa y está separada por el canal de Bordelais. Visitamos la población de Vaitahu, es la más importante y después de 15 minutos más de navegación llegamos al pequeño pueblo de pescadores de Hapatoni. En esta isla hay muy buenos escultores y tatuadores. 

Se puede disfrutar de espectaculares bahías de arena blanca y de aguas transparentes (Hanahevane, Hanamoenoa, Hanamenino)  para tomar un relajante baño y hacer el picnic que preparan con pescado fresco, lima, agua de mar y poco más, pero estaba muy rico. Solamente hay que tener cuidado que no haya los malditos “nonos”. 

Por la tarde regresamos a Autona pero la mar ya estaba algo más movida.  

  23.jpg      17.jpg    © 2018 Albert Ferré

Aprovechamos la última noche para realizar la cena de despedida de este increíble viaje y para prepararnos para el largo vuelo de regreso a casa. ¡Volveremos!

Parahi, nana

Mauruuru

 

Viaje realizado en marzo/abril 2018


 

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