Las miniguías de Albert. Milán 9 de Noviembre de 2007
Publicado por Albert en Escapadas, Europa , trackback[Escapadas fin de semana]
Otra ciudad europea que merece una visita es Milán. Como en Amsterdam, si se busca también se pueden encontrar vuelos a buen precio para ir a esta elegante ciudad del norte de Italia y capital de la Lombardía. Desde el aeropuerto de Malpensa se llega al centro de la ciudad en tren, el Malpensa Express, que sale cada 30 minutos y tarda unos 40 minutos en llegar a la estación de Cadorna (Estación del Norte). Desde este punto se puede enlazar con la red de metro o autobús.
Durante un par de años tuve que viajar a Milán con frecuencia por motivos laborales, pero de esto hacía varios años, y las últimas veces que estuve en Milán fue únicamente para enlazar con vuelos intercontinentales. Por consiguiente era una ciudad desconocida a pesar de la facilidad de orientación que tengo. Os voy a proponer tres rutas para dosificar y disfrutar de vuestra estancia.
Ruta A. Podemos iniciar nuestro recorrido en la plaza del Duomo a eso de las 9, en la que destaca sobre todas las cosas el imponente Duomo. La catedral de Milán es un edificio espectacular de mármol blanco. Para hacernos una idea podemos realizar una visita virtual. Mención aparte merece la vista que se tiene de la ciudad desde los tejados. En el centro de la plaza está la estatua ecuestre de Vittorio Emanuele II. A un lado de la plaza se encuentra el Palacio Real y Museo del Duomo con una completa colección de pintura y piezas religiosas procedentes del Duomo.
Para salir de allí, se puede cruzar la Galleria Vittorio Enmanuele II, una elegante galería comercial con una espectacular cubierta de cristal. Hay numerosas tiendas y cafés, que por cierto no son muy económicos. Siguiendo camino, se llega a la Plaza de la Scala con la estatua de Leonardo da Vinci y el imponente edificio del Teatro de la Scala. Se trata de uno de los teatros operísticos de mayor renombre en todo el mundo. Siguiendo la calle G. Verdi llegamos al Barrio de Brera (llevaremos unas tres horas caminando). Un buen lugar para reponer fuerzas en cualquiera de sus numerosos restaurantes y pasear por sus estrechas calles.
A primera hora de la tarde podemos visitar la Pinacoteca de Brera, un paraíso para los amantes del arte, con obras de Caravaggio, Rubens, Tiepolo, Rembrandt, Van Dyck, El Greco…. Para finalizar la primera jornada podemos pasear por las calles de la moda “Quadrilatero d’Oro” (Via della Spiga, Corso Venecia, Via Monte Napoleone, Via A. Manzini), un paraíso para los amantes de las compras. Eso sí, no hay ninguna ganga, todo es carísimo pero se pueden encontrar lo último de los diseñadores de mayor renombre en el mundo (Armani, Chanel, Gucci, Prada, Versace, DG…). La decoración y el buen gusto de los escaparates son por si solos un placer para la vista. En la confluencia de Via Monte Napoleone y Corso Venecia encontraremos la Plaza San Babila.
Ruta B. Empieza el recorrido en la Iglesia de Santa Maria delle Grazie, una verdadera joya del Renacimiento. Es famosa entre otras cosas por guardar una de las obras maestras de Leonardo da Vinci, “La última cena (Cenacolo)“. Si queréis verlo pero no disponéis de entradas reservadas es imprescindible ir a primerísima hora (a las 8 como muy tarde), o a última, alrededor de las seis de la tarde. Por Internet se pueden reservar, pero la lista de espera es muy larga y normalmente los días que interesan están completos. Otra solución es hacer un tour organizado por la ciudad que incluya esta visita.
En el camino, atravesamos Corso Magenta, una calle muy comercial que vale la pena recorrer. Mas tarde, seguimos hacía la Basílica de San Ambrosio (Patrón de Milán), magnífico ejemplo de arquitectura románica. Se trata de una de las más bonitas de la ciudad. Desde este punto, directos hasta la zona de Porta Ticinese. Allí encontramos canales navegables,y un montón de bares, trattorias y tiendas de antigüedades. El último domingo de cada mes se celebra un colorido mercado de anticuarios. Es el sitio ideal para descansar y reponer fuerzas de la agotadora mañana.
Tras reconfortar cuerpo y espíritu, seguimos por la calle Porta Ticinese, pasando por las iglesias de St. Eustorgio (con unos espléndidos frescos en su interior) y San Lorenzo Maggiore hasta la Piazza Vetra, también zona muy comercial, dónde podremos contemplar las columnas de San Lorenzo. Tomando la Via Merino, llegamos a la Plaza Pio XI dónde encontramos la Biblioteca Ambrosiana, una parada obligatoria para los amantes del arte. En la biblioteca se guarda el Codex Atlanticus con dibujos de Leonardo. Asimismo, la pinacoteca contiene la colección de Federico Borromeo con arte renacentista toscano, lombardo y veneciano. Nuestro recorrido finaliza en la Plaza Cordusio.
Ruta C. Podems elegir dos opciones. Una es visitar alguna población cercana como Bergamo (a 48 km), Cremona (a 93 km), Pavia (a 39 km) o el Lago de Como. La otra es, con salida de la estación Cadorna, dirigirnos al Castello Sforzesco, una fortaleza construida en 1360. Dentro de sus muros hay mucho que ver. Por ejemplo, el Museo del Castillo, el Museo Egipcio, el de Arte Antiguo con la Pietà Rondanini de Miguel Ángel o el Museo de Instrumentos Musicales. A la salida del recinto podemos pasear por el parque Sempione hasta el Arco de la Paz.
Ya por la tarde podemos dar un paseo por la Piazza Mercanti, durante siglos centro comercial y económico de la ciudad. Y para terminar la jornada con la visita al Museo Poldi-Pezzoli.
Milán es una buena opción para una escapada de fin de semana. Además de una amplia oferta cultural, lúdica, la gastronomía puede ser otro atractivo. Y para los que les guste el shopping, es una de las plazas más interesantes para comprar moda de las grandes marcas.
Por último, no hay que dejar de visitar la tienda gourmet Peck, la pastisserie Ranieri que elaboran un exquisito panettone de piña, o degustar una comida típica milanesa en la Trattoria Bagutta. Estos son algunas recomendaciones, pero lo mejor es dejarse llevar por la intuición y probar otros lugares.
Hay una gran variedad de alojamientos, aunque los más céntricos tienen precios bastante elevados. Conviene recordarlo.
Viaje realizado en diciembre 2006
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