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Las miniguías de Albert. Guatemala
7 de Septiembre de 2007

Publicado por Albert en América , trackback

GuatemalaTuve la oportunidad de visitar Guatemala en 1.999 con motivo de un viaje profesional y me prometí que debía volver a visitar este pequeño país de Centroamérica con más tiempo. Hacía solamente tres años del “Acuerdo de Paz Firme y Duradera” que puso fin a 36 años de guerra civil y aunque la sensación era extraña y algo insegura, quedé enamorado de la ciudad de Antigua, en mi opinión una de las más bellas de América Latina.

Por este motivo decidimos continuar nuestro viaje, que iniciamos en Chiapas (México), por tierras guatemaltecas.

Entramos en el país por Bethel, pequeña población situada a orillas del río Usumacinta. Después de cruzar el río desde el lado mexicano en lancha y realizar los trámites aduaneros en un destartalado puesto fronterizo, nos montamos en una vanette con destino a la ciudad de Flores, que está rodeada por el lago de Petén Itza. Antes de llegar a Flores se pueden visitar los asentamientos arqueológicos mayas de Sayaxché y el de Ceibal (800 a.C.) con sus bellas estelas de piedra. A 180 kilómetros de Sayaxché, en dirección sur, se encuentran las espectaculares grutas de Lanquín y las de Semuc Champey con sus lagunas de agua cristalina.

Cerca de Flores (a 55 kms.) está Tikal, uno de los asentamientos arqueológicos Mayas más espectaculares. Es impresionante por la altura de sus templos y por estar en medio de la selva tropical. Uno de los más destacados es el del Gran Jaguar (Templo I) con sus 44 metros de altura y situado en la Gran Plaza junto con la pirámide de las Máscaras y el palacio de los Nobles. El templo IV es el más alto, desde donde se puede divisar una vista completa de Tikal y la selva. Es muy habitual encontrar indígenas haciendo ofrendas.

Después de un buen descanso, salimos temprano en dirección a Río Dulce, en la desembocadura del lago Izabal y Lívingston, en la costa caribeña. Es una zona en que la naturaleza se muestra en todo su esplendor y en dónde se puede realizar senderismo por la selva, cruzar puentes colgantes, navegar, etc. No dejar de visitar la reserva natural de Chocón Machacas en defensa de los manatíes.

El viaje puede continuar hacia Copán en Honduras, todo un referente de la cultura Maya, o como hicimos nosotros, hacia Antigua.

A la mañana siguiente salimos temprano para dirigirnos por carretera al mercado dominical de Chichicastenango. Se trata del mercado indígena más grande y pintoresco que se celebra al aire libre en toda Guatemala. Otro punto de atención son las ceremonias religiosas que se celebran dentro y fuera (en la escalinata) de la Iglesia de Santo Tomás. Eso sí, no dejan sacar fotografías en el interior.

La escalinata es un espectáculo. Se quema incienso de resina de copal, líderes espirituales indígenas hacen oscilar improvisados incensarios (latas con agujeros) y hay buenos puestos de comida en el centro del mercado.

Guatemala

Después de una jornada muy ajetreada, iniciamos viaje hasta Panajachel (Lago Atitlán). En los escasos cuatro años entre mi primer viaje y este segundo, empecé a notar un cambio radical. Este lugar se había vuelto un destino enormemente turístico.

A la mañana siguiente, pudimos contemplar todo el esplendor del lago, que según algunos es el más bello del mundo. Rodeado de volcanes (Atitlán, San Pedro y Tolimán) y de pueblos indígenas descendientes de los Quichés, Cackchiqueles, y Tzutuhiles, se puede tomar una lancha para visitar alguno de estos pueblos. Nosotros fuimos a Santiago Atitlán y a otro pueblo interesante: San Pedro La Laguna. A medio día es habitual que empiece a soplar un viento fuerte (Xocomil) que crea un fuerte oleaje en el lago.

Aunque se puede seguir viaje hacia Quetzaltenango, la segunda ciudad en importancia de Guatemala y lugar para realizar senderismo, nuestra mente estaba puesta en Antigua.

Ya comenté al principio que la excusa para regresar a Guatemala era la ciudad de Antigua Guatemala, más conocida por Antigua. Fundada en 1543, es una bella combinación de ruinas, edificios coloniales, iglesias y calles empedradas. Podría escribir muchos folios, pero Chiqui me despediría….. Además de pasear por sus calles, hay que visitar la plaza central con la antigua Catedral, el Ayuntamiento y el palacio de la Capitanes Generales, las iglesias de La Merced, Las Capuchinas, La Recolección, entre otras muchas.

Si se puede, merece la pena visitarla en Semana Santa, en especial el Domingo de Ramos. Como extra, se puede ascender a los volcanes que rodean la ciudad (Agua, Fuego y Acatenango). El alojamiento es muy bueno y variado. Además, muchas habitaciones disponen de chimenea. Y si os apetece dormir en un museo, nada como el Hotel Casa Santo Domingo.

Hay numerosos lugares para comer y para todos los bolsillos, pero os recomiendo La Fonda de la calle Real por el famoso caldo real, La Cenicienta lugar ideal para tomar unos buenos pasteles, el Café Condesa por su patio y librería, etc…

Finalmente, Ciudad de Guatemala no es una ciudad agradable. Es bastante insegura, en especial en la zona 1, dónde se concentran la mayoría de lugares de interés, como la Plaza Mayor, el Palacio Nacional, la Catedral y el mercado central.

Viaje realizado en Diciembre 2002/Enero 2003.

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