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Las miniguías de Albert. Argentina II
15 de Septiembre de 2008

Publicado por Albert en América , trackback

VIene de Las miniguías de Albert. Argentina I

Argentina… A la mañana siguiente partimos dirección Cachi para iniciar el recorrido de los valles Calchaquíes. Cruzamos el Valle de Lerma, la quebrada de Escoipe, la cuesta del Obispo y paso de la piedra del Molino (a 3.600 metros de altitud), el espectacular Parque Nacional Los Cardones (cactus), la recta del Tin Tin (antiguo camino del Inca, actualmente una recta pavimentada de más de 18 kilómetros), y Payogasta, población conocida por sus secaderos de pimientos.

Hablando de Cachi, se trata de una pequeña población a la que se llega por la mítica Ruta 40. Destaca en especial por sus casas de adobe, las calles empedradas, el Museo Arqueológico Pío Pablo Díaz y la pequeña Iglesia de San José con techo de cardón.

Seguimos por la Ruta 40 cruzando pequeñas poblaciones como Molinos, con su bonita Iglesia de San Pedro de Nolasco, la quebrada de las Flechas, San Carlos, Animaná, hasta llegar a Cafayate.

Cafayate es famosa por la producción de vinos, en especial el torrontés. Hay numerosas bodegas para visitar y degustar su producción. Cerca de Cafayate encontramos el asentamiento indígena de Quilmes. En la ciudad hay numerosos alojamientos de todos los precios para poder pasar la noche.

ArgentinaRegresaremos a Salta por la Quebrada de las Conchas, parando en el Anfiteatro y la Garganta del Diablo y seguimos ruta hasta Alemanía, una antigua estación ferroviaria en la actualidad en desuso pero habitada por un grupo de artesanos. Seguimos por el Valle de Lerma para finalizar en el pantano Cabra Corral, un lugar para realizar deportes náuticos y de riesgo. La ruta de regreso en mi opinión no es muy atractiva.

Al día siguiente salimos de Salta dirección Jujuy por el camino de Corniza, una ruta de frondosa vegetación “NuboSelva“. No hay mucho que visitar a excepción de la Catedral, el Cabildo y la Iglesia de San Francisco. Más adelante, por la ruta 9, nos adentramos en la Quebrada de Humahuaca hasta la población del mismo nombre. Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad por la Unesco, tiene un paisaje  majestuoso.

Humahuaca está situada a casi 3.000 metros de altitud y es una pequeña localidad en la que destaca el mercado artesanal, la Iglesia de la Candelaria, el Cabildo con su torre del reloj (cada día al mediodía sale una figura de San Francisco Solano a bendecir a los están por allí) y el Monumento a la Independencia. Entre febrero y marzo, Humahuaca se convierte en la capital del carnaval.

Si viajamos hacia Bolivia tendremos que llegar a la frontera de La Quiaca. Hay numerosos pueblos en la zona, Por ejemplo, Yavi que está muy cerca de La Quiaca  y merece la pena visitar por su pasado colonial. Iruya es un hermoso pueblo blanco desde el que pueden realizar numerosas caminatas. En Uquía hay que parar en la Iglesia de San Francisco de Paula del siglo XVII con su colección de pinturas de la escuela de Cuzco (ángeles arcabuceros). El 15 de agosto se celebra en la población de Casabindo una romería muy interesante y colorista.

Seguimos nuestro viaje hacia Tilcara. Es una población muy turística en la que destaca el Pucará (fortificación precolombina) situada en una colina que domina todo el valle, y el Museo Arqueológico Dr. Eduardo Casanova. Os recomiendo una parada en el restaurante Tilcara que está en la misma carretera al lado de una gasolinera. La comida y el trato es excepcional. Maimará está situada en la misma RN 9 y destaca por su cementerio y la colina conocida como la Paleta del Pintor.

Finalizaremos en Purmamarca, otra pequeña población encantadora, donde está la Iglesia de Santa Rosa de Lima del siglo XVII. Además, se puede realizar una caminata por el cerro de los Colorados.

Al día siguiente, y después de desayunar partimos por la Cuesta de Lipán hasta Salinas Grandes pasando por el alto de Abra de Potrerillos (4170 metros). Aunque estas salinas no tienen nada que ver con el Salar de Uyuni en Bolivia, el lugar es interesante y lleno de energía. Desde este punto se puede seguir hasta Susques y el Paso de Jama para entrar en Chile por San Pedro de Atacama. Para mayor información leer la mini guía de Chile II.

La otra opción es coger la RN 40 hasta San Antonio de los Cobres. Esta pequeña población es conocida por estar en la ruta del Tren a las Nubes y porque se encuentra muy cerca del Viaducto de la Polvorilla. Desde aquí podemos regresar a Salta (164 kilómetros) o adentrarnos en plena puna salteña de Tolar Grande. Esta población está rodeada de cumbres de entre 3.700 a 6.000 metros de altura y desde la que se pueden realizar numerosas visitas y actividades.

Desde Salta nos dirigimos a Mendoza en avión, con la obligada escala en Buenos Aires. Esta ciudad está situada en los Andes centrales y es conocida por su producción de vinos. La mayoría de calles tienen acequias para el regadío de los numerosos árboles que protegen del fuerte sol en la temporada veraniega.

Hay que visitar la Plaza de la Independencia, el Museo Fundacional de Mendoza y la Iglesia de San Francisco, pero la mayoría de viajeros que se desplazan a esta zona de Argentina lo hacen para acercarse al Parque Nacional del Aconcagua (a 180 Kilómetros desde allí). Durante los meses de julio y agosto en alguna ocasión es imposible llegar a consecuencia de los temporales de nieve. El Aconcagua (6.962 metros) es la montaña más alta de América, y aunque su ascensión no es de las más técnicas, hay que ser un buen escalador y estar preparado para conseguir la cima (13 a 15 días para conseguirlo).

En un día claro se puede divisar el pico desde la laguna Los Horcones. No hay que dejar de ver el Puente del Inca (a 177 Kilómetros), un puente natural sobre el río de las Cuevas. Es de color anaranjado por los sedimentos de las aguas sulfurosas. Y antes de llegar al Puente del Inca hay que pasar por el pequeño cementerio andinista.

Desde Mendoza cogimos un avión dirección San Carlos de Bariloche, vía Buenos Aires. Bariloche está situada en la región de los lagos y Puerto Pañuelo es el punto de inicio del cruce de los Lagos que te lleva a Puerto Montt (Chile). Bariloche es famosa en invierno por disponer de unas buenas pistas de esquí en Cerro Catedral. En verano se pueden practicar numerosas actividades al aire libre. La mayoría de construcciones están realizadas en madera con cierto aire a las casas habituales de los Alpes. Para los amantes al chocolate es un paraíso, no dejar de probarlo.

Además, en toda la República hay numerosas estaciones de esquí: Cerro Catedral, Chapelco, Caviahue, Penitentes, Las Leñas, La Hoya, Cerro Castor, Cerro Bayo, etc.

Desde Bariloche regresamos finalmente a Buenos Aires para enlazar con el vuelo directo a Barcelona.

La gastronomía es muy variada y tiene una clara influencia española e italiana: empanadas, guisos, picadas y sobre todo una carne excelente. Sin duda, un buen lugar para los carnívoros. Además, los postres son muy dulces.

En cuanto a los alojamientos, hay una gran variedad de ellos para todos los precios. En los últimos años, con el incremento turístico, se han construido numerosos hoteles con cierto encanto.

Los vuelos interiores todos pasan por Buenos Aires, por lo que hace complicado y poco ágil los enlaces. Vigilar el aeropuerto, ya como he comentado con anterioridad, Buenos Aires tiene dos aeropuertos, están muy distanciados y despistarse es fácil

La gente es muy amable y respetuosa, se debe recordar saludar con “buen día, o buena tarde” así como usar la forma “usted”. Los argentinos son muy orgullosos de lo suyo.

Habrán otra infinidad de cosas pero los argentinos/as se diferencian sobre todo por el mate, una infusión de hierba mate, el tango, un baile difícil de explicar con una gran parte de erotismo y sensualidad y como no por la pasión con la selección de fútbol.

El fútbol es el deporte nacional, casi una religión. Un duelo entre Boca y River en la “bombonera” paraliza medio país. Durante nuestra estancia en la estación de esquí de Cerro Catedral, la selección Argentina jugó varios partidos de las Olimpiadas de Pekín y era algo increíble.

Por último, como en muchos lugares hay que tener cuidado con los pillos. Llevar la mochila delante o no llevar a la vista cámaras fotográficas ni de filmar es aconsejable. También hay que vigilar el cambio en taxis, bares, restaurantes, etc. ya que existen billetes falsos y os pueden dar el cambiazo. Cierto es que hay algunas zonas más problemáticas que otras y así, en la zona centro a cierta hora de la noche o el barrio de Boca hay que poner algo más de cuidado.


Viaje realizado en agosto de 2008
© Fotos Albert Ferré

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