Las miniguías de Albert. Perú II 26 de Octubre de 2007
Publicado por Albert en América , trackbackViene de Las miniguías de Albert. Perú I
Puno es el punto de partida en Perú para visitar el lago Titicaca. En la bahía de esta ciudad están las islas flotantes de los Uros construidas a base de totora. Es toda una experiencia andar sobre estas islas flotantes.
Ya en medio del lago Titicaca se encuentra la isla Taquile que se trata de una verdadera isla. Allí se celebra la festividad de San Diego (desde el 25 de julio hasta principios de agosto) donde los bailes, la música y los coloridos vestidos tradicionales hacen una mezcla explosiva.
Una vez visitada esta maravilla, desde Puno se puede viajar a Bolivia. En unas dos horas se llega en autobús a la ciudades fronterizas de Yunguyo o Desaguadero. Desde esta última hay que calcular otras tres horas más en autobús para llegar a La Paz.
Nosotros decidimos seguir viaje en autobús hacia Cusco o Cuzco, punto imprescindible en cualquier viaje a Perú. En el trayecto conviene parar en el complejo arqueológico de Raqchi y el precioso pueblo andino de Andahuaylillas famoso por su iglesia. Al final del camino, Cuzco que fue la capital del Imperio Inca. Fundada en el siglo XII por Manco Cápac, el hijo del sol y primer emperador del Imperio Inca, es una ciudad impregnada de historia.
Esta ciudad y sus alrededores merecen al menos un par de días para visitarla. La Plaza de Armas es el corazón de Cuzco, la Catedral, la iglesia de la Compañía, las ruinas de Coricancha (el mayor templo Inca de la ciudad) con la iglesia de Santo Domingo son los puntos más destacados.
También se pueden contemplar restos de muros incas en el callejón de Loreto y en la calle del Triunfo. Hay numerosos museos en magníficos edificios coloniales como el Museo Inka, o el de Historia Regional. Cerca de Cuzco está la fortaleza de Sacsayhuamán, la más espectacular ya que domina la ciudad y los restos arqueológicos de Tambomachay (baños del Inca), Qenko y Puca Pucara.
Cuzco es el inicio para adentrarse en la selva, especialmente para ir a Puerto Maldonado en la amazonia peruana. También es el punto de partida para visitar el Valle Sagrado de los Incas y la ciudadela de Machu Picchu.
Después de unos días inolvidables en Cuzco, nos adentramos en el Valle Sagrado. Era domingo y por tal motivo, día de mercado en Pisac, que es un espectáculo que no hay que perderse por la mezcla de tradición, color y gente. Después de la misa que se celebra en quechua, los fieles abandonan la iglesia que hay en la Plaza de Armas en procesión, encabezada por el alcalde que sostiene su bastón de mando.
Seguimos viaje hacia Yucay, Chinchero y Ollantaytambo con sus estrechas calles y canales y dónde se debe visitar la fortaleza Inca. Nosotros tomamos el tren desde Ollantaytambo hasta Aguas Calientes, pero hay viajeros que prefieren hacer el trekking del Camino del Inca para llegar a Machu Picchu. Es una larga caminata para la que hay que estar preparado. Su máxima dificultad se encuentra en la altura de los pasos de montaña (3.700 a 4.200 metros).
Llegamos a Aguas Calientes, cuyo nombre viene de las fuentes de agua termal. Sinceramente, la población no tiene mucho encanto. Así que recomiendo tomar el primer autobús que sale a las seis y medio de la mañana y ascender por una estrecha carretera de tierra los 8 kilómetros hasta llegar a Machu Picchu. La ciudad perdida de los Incas abre desde las siete o siete y medio de la mañana hasta las cinco de la tarde, aunque a primera hora hay menos aglomeración de viajeros y la visita resultará más gratificante. Aunque el madrugón es importante, el espectáculo lo merece.
Yo dedicaría dos días para esta visita ya que se pueden realizar algunas caminatas como a Huayna Picchu o al puente levadizo inca, entre otras. Las ruinas fueron descubiertas el 24 de julio de 1911 por el historiador estadounidense Hiram Bingham.
Desde Aguas Calientes tomamos el tren para regresar a Cuzco. El último tramo del recorrido es especialmente curioso por los numerosos cambios de dirección que debe realizar el convoy para superar el fuerte desnivel. Nuestro viaje siguió en avión hasta Lima para realizar enlace con el vuelo que nos tenía que llevar hasta la amazonia peruana.
La calurosa ciudad de Iquitos es la capital del departamento de Loreto, ubicada a orillas del río Amazonas. No hay mucho que ver pero no debéis perderos la Casa de Hierro diseñada por Eiffel. Otro exponente del esplendor de la ciudad durante la fiebre del caucho son los azulejos hechos a mano de algunas casas. Exponente de ello es el barrio de Belén con su colorido mercado. Asímismo, puede ser una buena idea contratar alguna excursión de varios días para visitar la selva y sus gentes.
Desde Iquitos regresamos a Lima dónde finalizamos viaje. Si decidís visitar la zona del amazonas hay que tener la precaución de vacunarse contra la malaria. El mal de montaña puede ser otro inconveniente si se visitan las zonas altas. Perú, a pesar de lo que se diga, es un país seguro, económico, con alojamientos modestos pero limpios y con gran variedad en la alimentación. Además, el idioma facilita mucho las cosas.
Viaje realizado en julio/agosto 2001
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