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Las miniguías de Albert. Chiapas
10 de Junio de 2007

Publicado por Albert en América , trackback

ChiapasEl nombre de Chiapas ha estado relacionado durante muchos años con revolución y con el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional.

Nuestro viaje se inició en Ciudad de México. Después de pasar unos días en esta encantadora ciudad y visitar a unos amigos, volamos a Tuxtla Gutiérrez. Allí nos esperaba Alex, un joven guía con el que habíamos contactado por Internet desde España.

Antes de llegar a San Cristóbal de las Casas, visitamos el cañón del Sumidero, un espectacular recorrido por el río Grijalva y la histórica población de Chiapa de Corzo en la que no hay que irse sin visitar La Pila, Santo Domingo de Guzmán y el Museo de la Laca. Allí a mediados de enero se celebra la Fiesta Grande o de los Parachicos.

San Cristóbal de las Casas está situada a 2.100 metros de altitud y es una de las más bellas poblaciones de estilo colonial de Chiapas. En la actualidad, sigue manteniendo algunas costumbres como si no hubieran pasado los años, como es el caso del mercado en el que los indígenas de las comunidades cercanas van a vender sus productos ataviados con sus coloridos vestidos tradicionales. Visitamos y disfrutamos la plaza 31 de marzo, el Convento de Santo Domingo, el Mercado Municipal y el Museo del Ámbar. Es una población con mucha animación en su calles, hay numerosos restaurantes y bares con música para pasar una agradable velada.

A la mañana siguiente, fuimos a conocer las comunidades indígenas de San Juan Chamula y San Lorenzo de Zinacantan. La primera es un centro ceremonial tzotzil donde hay que visitar el cementerio, la plaza central con su abigarrado mercado y la Iglesia de San Juan. A reseñar que no son muy bien vistas las fotografías, por lo que os sugiero el máximo respeto a las personas.

A la mañana siguiente, seguimos viaje hacia Palenque. Antes de llegar visitamos las cascadas de Agua Azul. La antigua ciudad maya de Palenque está situada en medio de la selva. Aunque no nos acompañó la meteorología, pues llovió durante todo el día, es un lugar espectacular en el que destaca el templo de las inscripciones, el palacio, el juego de pelota, el templo de la cruz, etc…

Al día siguiente, salimos de Palenque dirección al río Usumacinta, frontera natural entre México y Guatemala. Embarcamos en frontera Corozal en una lancha y seguimos la caudalosa corriente del Usumacinta durante una hora hasta llegar a las ruinas de Yaxchilan. Esta ciudad maya está en medio de la selva Lacandona, rodeada de una vegetación exuberante, donde continuamente se escuchan a los monos aulladores, todo un espectáculo. Mezcla perfecta de arqueología y naturaleza.

Regresamos con la lancha hasta frontera Corozal para ir a visitar las ruinas de Bonampak también en la selva Lacandona. Llegamos a la comunidad Lacanjá, y saludamos a alguno de sus miembros, que lucen espectaculares túnicas blancas. Bonampak , otra antigua ciudad maya, tiene unas pinturas interesantes.

El último día en México fue todo una aventura, volvimos a frontera Corozal para tomar una lancha y siguiendo el curso del bravo Usumancinta llegar a la otra orilla que es Guatemala (Bethel). Pero eso ya es otra historia que comentaré en una próxima “miniguía” de Guatemala.

Es un viaje seguro, con buenos alojamientos y sitios para comer, que recomiendo hacer de forma individual y fuera de la temporada de vacaciones para evitar en lo posible la masificación y poder así visitar sin prisas estas maravillas arqueológicas escondidas en la selva.

Chiapas

Quiero dedicar esta mini guía a Teresa Gómez, una joven que conocimos en San Juan Chamula y con la que seguimos manteniendo contacto.

Viaje realizado en diciembre/enero 2002-2003

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