Las miniguías de Albert. Mongolia I 14 de Marzo de 2007
Publicado por Albert en Asia , trackback
Cuando se llega en avión a Ulán Bator (Ulaanbaatar en mongol), te sorprende el azul intenso del cielo. Al salir del aeropuerto, ya ves que estás en un país diferente. Junto a las fábricas puedes ver los gers (casa tradicional), las típicas tiendas de los nómadas. La mayoría de mongoles son nómadas y en invierno montan sus gers cerca de Ulán Bator. De esta forma sus hijos pueden ir a la escuela y soportar mejor el riguroso invierno. En verano trasladan sus casas al interior del país, en plena naturaleza. Allí cuidan de sus caballos y de los animales que utilizan como fuente de alimentación. Son unos enamorados de la naturaleza.
Los gers están construidos de madera, tela, fieltro y cuerda y aunque pesan unos 200 kgs. con los muebles, se pueden montar y desmontar con suma rapidez. Todo es pequeño, como si entraras en una casa de muñecas. Al acceder por la pequeña puerta de madera encuentras al frente un pequeño altar, a un lado unos pequeños taburetes para las visitas, dos camas, una a cada lado del círculo y en el centro la estufa con la leña. Todos los muebles están pintados de colores y símbolos muy llamativos.
A excepción de la capital, el alojamiento en toda la ruta se realiza en los numerosos campamentos de este tipo que se encuentran a lo largo de las zonas turísticas.
Una de las mejores épocas para visitar Mongolia es el mes de julio ya que se celebra el Naadam festival en Ulán Bator (del 11 al 13). Es la Fiesta Nacional y destaca por las actividades deportivas que se realizan: lucha, carreras de caballos con más de 1.000 participantes, tiro con arco, etc.
En Ulán Bator no hay mucho que ver. Aunque uno puede pasear con tranquilidad por la plaza Sukhbaatar donde están el Teatro de la Opera y el Palacio de Gobierno, no hay que perderse la zona de las tiendas del estado, ni el Bogd Khan Palace ni el Museo de Historia Natural. Es muy interesante asistir a un espectáculo de música y danzas tradicionales, especialmente por el juego de sonidos que hacen con sus gargantas y por las contorsionistas que parecen de goma.
Para hacer la ruta por el interior de Mongolia nada mejor que contratar con una agencia local, por ejemplo Nomads Tours. Casi la totalidad de la ruta se hace por caminos en bastante mal estado por lo que es muy importante disponer de un vehículo adecuado. Normalmente te ofrecen la posibilidad de contratar un todo terreno japonés o un jeep ruso. Os recomiendo la primera opción por comodidad y seguridad, aunque salga un poco más caro.
La primera noche fuera de Ulán Bator la pasamos en un camp ger cerca de las montañas Khogno Khan, una zona muy tranquila y también con poco que visitar. La comida allí es bastante escasa, por lo que os puedo asegurar que al final del viaje tendréis una silueta perfecta. Además, para colmo, es habitual encontrar unos escarabajos pequeños en los campamentos. En una noche llegamos a contar unos 200.
El segundo día llegamos a Karakorum, la antigua capital de Mongolia. No hay que dejar de visitar el grandioso Monasterio Erdenezuu con sus majestuosas murallas.
Continuará…
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